Guitarra Les paul
Guitarra Les paul y el poco gusto contemporáneo por el jazz
Lester William Polsfuss, mejor conocido como Les Paul, fue un guitarrista, pionero del jazz, que ha dejado huella en el mundo de la música, no sólo por su trayectoria e innovación durante su carrera, sino porque gracias a él, ahora tenemos guitarras jazzistas gracias a su influencia. Pero…¿por qué es el jazz un género tan poco popular?
Hay varias teorías. De hecho, es uno de los géneros más bellos, por su composición y apreciación. Sin embargo, como en la gastronomía, se trata de un gusto adquirido. Es decir, que si desde pequeño no has escuchado, quizá de grande te parezca un poco difícil de comprender. Lo cual no significa que sea imposible.
Algunos géneros y estilos (no exclusivos del jazz) se basan en patrones y dinámicas bien establecidos y conocidos: cadencias específicas, progresiones, escalas, ritmos, instrumentos, etc. El jazz, por su libertad, es un concepto un poco flojo que trata de etiquetar interpretaciones improvisadas que intentan diferenciar esas convenciones comunes.
Al entrar en el reino de lo poco común, las cosas empiezan a sonar extrañas. ¿Significa eso que necesites de teoría para comprenderlo? Todo depende de cuál es tu objetivo y cómo lo determinas. ¿Qué es realmente apreciar con plenitud? Si quieres analizar una actuación y estudiar lo que está sucediendo, por qué y cómo, entonces la teoría de la música será útil. Pero si sólo quieres escuchar y disfrutar, la teoría de la música no es importante.
¿Qué es entonces lo que hace que el jazz sea más difícil de entender que, el pop? Muchos géneros y estilos se basan en patrones que son familiares para los oyentes. El pop se basa en patrones muy sencillos y que se escuchan en todos lados, por lo que uno aprende a reconocerlo y disfrutarlo desde pequeño.
Si alguna vez has estado en un concierto de jazz, quizá hayas pensado que todo el acto ha sido caótico. En realidad no. Los músicos se concentran en tocar diferentes armonías y ritmos, sí, pero se mantienen en una estructura que sintetiza toda la pieza. La próxima vez que acudas en algún otro concierto, sesión de improvisación o encuentro de jam, presta atención a las pausas y a los piques: verás que todos convergen en estos sitios. Pero tienes que prestar atención con intención, de otra manera quizá no lo notes.
Lo que podemos decir del jazz, es que se asemeja a una ventana abierta a la mente del músico. Es su corriente de conciencia rendida en tiempo real en la música. Si puedes sintonizar esta transmisión (y lo único que se requiere para hacer esto es estar completamente tranquilo y relajado) puedes incluso ser capaz de leer tus emociones y pensamientos.
Una cosa de la que casi siempre se liberan los jazzistas como Les Paul, es de la estructura armónica. Mientras que el jazz anterior tenía estructuras de acordes cada vez más complejas que están fuertemente arraigadas en conceptos de teoría musical como cadencias y resolución, el jazz libre eliminó completamente las restricciones de la estructura de acordes.
Muchos grupos de jazz libre carecían de instrumentos polifónicos como el piano o la guitarra. Para la mayoría de los pianistas de jazz, las progresiones de acordes y la interacción entre cada acorde son sus acciones en el comercio. Esto crea una estructura que limitaría donde los solistas pueden llegar con su melodía. Para evitar esto, simplemente dejan el piano por completo.
Recuerda que lejos de necesitar un fondo de teoría musical para "entender" la música, el objetivo era liberar a los intérpretes de ese tipo de restricciones. Al escuchar el jazz libre debes enfocarte en la expresión de los jazzistas pero poner menos énfasis en lo que están tocando y más en cómo lo están creando.
Por otro lado, puede parecer que entender el jazz es difícil, pero el verdadero desafío es superar el sonido áspero ya menudo cacofónico que resulta de la eliminación de las estructuras que estamos acostumbrados a escuchar. Requiere dejar ir tus expectativas y escuchar las actuaciones.
Aquí hay un proceso de equilibrio. A la gente no le gusta el jazz porque viola sus expectativas. Los músicos de jazz no se apegan al público porque, como todo el mundo sabe que a la gente no le gusta el jazz, nadie se convierte en músico de jazz. De por sí es difícil vivir de la música…ahora imagina vivir de un género que no se conoce, que no se aprecia, que no deja dinero.
Las personas están dispuestas a cambiar su estilo musical para llegar a ser popular (como contra satisfacer algún deseo intelectual o estético puramente interno). La mayoría se dirige al rock, el hip-hop o el pop, por supuesto. Lo cual no es completamente malo…sólo que se nos acaban los jazzistas de calidad como Les Paul.
Los músicos de jazz parecen en gran medida contentos de facilitar la exclusión, ya su vez llegar a disfrutar de un proceso creativo que se centra exclusivamente en torno a sus propios intereses creativos. Por ello, a veces parecen muy engreídos. ¿Apoco no lo serías un poco también tú si conocieras cómo funcionan los hoyos negros del espacio? Pocas personas conocen esta información.
Así que, como podemos ver, se trata de dos corrientes: una, de la gente que no está acostumbrad al jazz, y dos, de los jazzistas que desean continuar siendo parte del club privado de jazz. Tanto una parte como la otra, debemos, en lugar de mantenernos excluidos entre nosotros, tratar de incluirnos. Así, la música sería aprendizaje constante, sencillo, sublime, en lugar de una pelea interminable de superioridad.
Por ello, si tú tocas jazz o quieres intentarlo, puedes comenzar por obtener tu guitarra Les Paul, estudiar a los grandes como él, y además, permitir que tanto tú como tus allegados, crezcan en este género. Abrir mentes nunca debería ser restricción.